El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, condenó de forma categórica el atentado terrorista ocurrido en Boulder, Colorado, que dejó varias víctimas mortales y heridos. En un pronunciamiento oficial, calificó el ataque como una amenaza directa a la seguridad nacional y afirmó: “Debemos deportar a los radicales ilegales y antiamericanos de nuestro país”.
Trump vinculó el atentado con la necesidad de una política migratoria más estricta y subrayó que su gobierno no tolerará la presencia de personas que promuevan ideologías extremistas o violentas dentro del territorio estadounidense. “No permitiremos que individuos que odian a Estados Unidos utilicen nuestras libertades para socavar nuestra nación”, declaró.
El mandatario también instruyó al Departamento de Seguridad Nacional y al FBI a intensificar las investigaciones, identificar a los responsables y aplicar todo el peso de la ley. Asimismo, aseguró que se reforzarán los controles fronterizos y se revisarán los antecedentes de quienes ingresen al país, especialmente si existen indicios de radicalización.
El ataque en Colorado, que aún se encuentra bajo investigación federal, ha generado preocupación por la creciente amenaza del extremismo doméstico. Trump sostuvo que su gobierno “no descansará hasta garantizar que hechos como este no se repitan” y reiteró su compromiso con la defensa del orden interno.
Este suceso ocurre en un momento en el que el país enfrenta intensos debates sobre migración, seguridad y libertad de expresión, lo que ha reavivado las tensiones políticas y sociales a nivel nacional.
Fuente: Diario El Universo