La localidad de Portadown, en el centro de Irlanda del Norte, vivió este viernes la cuarta noche seguida de disturbios motivados por el rechazo a la inmigración, en los que 22 agentes de la Policía norirlandesa (PSNI) resultaron heridos. La protesta antiinmigración reunió a unas 400 personas y transcurrió inicialmente sin incidentes en el centro de la ciudad, pero posteriormente un grupo de manifestantes violentos se enfrentó a la policía lanzando piedras, fuegos artificiales y barriles de cerveza. La PSNI desplegó un amplio operativo de seguridad, que incluyó un helicóptero, y realizó al menos dos arrestos durante los enfrentamientos.
En esta misma jornada, una familia con tres hijos de origen extranjero tuvo que ser evacuada de su vivienda en Coleraine tras un incendio que la policía considera deliberado y motivado por odio racial. Además, se reportaron incidentes aislados en otras zonas, como ataques con ladrillos a casas en el este de Belfast, un incendio provocado en una rotonda de Newtownabbey y grafitis antiinmigración en Newtownards, que podrían constituir delitos de odio.
Estos disturbios comenzaron el pasado lunes en Ballymena, tras una manifestación pacífica en apoyo a la familia de una niña presuntamente víctima de una agresión sexual. Desde entonces, la violencia se ha extendido a otras localidades y ha dejado un saldo de 41 policías heridos y 15 arrestos confirmados hasta el miércoles, con más detenciones esperadas conforme se revisan las grabaciones de cámaras de seguridad. La policía ha calificado a los violentos como “matones racistas” y ha recibido refuerzos de la Policía de Escocia para controlar la situación.
El origen de las protestas está vinculado a la acusación contra dos adolescentes rumanos por la supuesta agresión sexual, quienes negaron los cargos. La tensión ha derivado en actos de violencia dirigidos contra la comunidad inmigrante, con ataques a viviendas y negocios, y la colocación de carteles racistas en algunas casas. La situación ha sido condenada por autoridades políticas y policiales, que llaman a la calma y a la aplicación de penas severas para disuadir estos actos.
Fuente: Deutsche Welle (DW)