Los recientes ataques israelíes dirigidos contra el programa nuclear de Irán, centrados en las instalaciones de Natanz, Isfahán y Fordow, han causado daños considerables, aunque el alcance total aún es objeto de análisis y debate. Imágenes satelitales y evaluaciones de expertos indican que al menos dos de estos sitios sufrieron impactos importantes que han interrumpido parte de la cadena de producción de uranio enriquecido, fundamental para la fabricación de armas nucleares.
Un alto oficial militar israelí confirmó que los ataques en Natanz e Isfahán lograron causar daños “de manera significativa”, mientras que Irán minimiza el impacto y asegura que los perjuicios son limitados. La infraestructura nuclear más crítica de Irán está protegida a gran profundidad, lo que dificulta su destrucción total mediante bombardeos aéreos.
Estos ataques forman parte de la llamada Operación León Ascendente, lanzada por Israel para evitar que Irán consiga armas nucleares, en un contexto de creciente tensión regional. Israel justifica la ofensiva con la información de inteligencia que indica que Irán ha acumulado suficiente uranio enriquecido para fabricar hasta 15 armas nucleares en cuestión de días.
A pesar de los daños, expertos advierten que la cadena de producción rota podría ser reconstruida en meses, ya que Irán posee el conocimiento técnico y los materiales necesarios. Además, Irán ha respondido con ataques con misiles balísticos y drones contra Israel, y ha anunciado su intención de abandonar el Tratado de No Proliferación Nuclear, lo que aumenta la incertidumbre sobre la evolución del conflicto.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha declarado que la operación continuará “durante tantos días como sea necesario” para eliminar la amenaza nuclear iraní, mientras que Irán ha declarado estar listo para una guerra larga y ha advertido sobre represalias.
En resumen, aunque los ataques israelíes han infligido daños significativos a instalaciones nucleares clave, no han logrado eliminar por completo el programa nuclear iraní, que sigue siendo una amenaza latente y un foco de inestabilidad en Oriente Medio.
Fuente: CNN