El apagón masivo que afectó a España y Portugal el 28 de abril de 2025 fue el resultado de una compleja cadena de fallos técnicos y de gestión que desencadenaron un colapso total del sistema eléctrico. Según el informe oficial presentado por el Ministerio para la Transición Ecológica, una sobretensión en la red no fue gestionada adecuadamente por Red Eléctrica de España (REE), lo que provocó la desconexión automática de varias centrales eléctricas. Esta reacción en cadena generó un desequilibrio que llevó a la caída del suministro eléctrico en más de 15 millones de hogares y empresas, afectando servicios esenciales como hospitales, transporte público y comunicaciones.
El documento detalla que la falta de protocolos claros y la insuficiente coordinación entre las compañías generadoras y el operador del sistema agravaron la crisis. Además, se identificaron fallos en la capacidad de regulación de la tensión, lo que impidió contener la sobretensión a tiempo. El informe descarta la hipótesis de un ciberataque, pero advierte sobre vulnerabilidades estructurales que requieren inversiones urgentes para modernizar la infraestructura y evitar futuros incidentes de esta magnitud.
Las autoridades españolas han anunciado un plan de acción que incluye la implementación de tecnologías avanzadas para la supervisión en tiempo real y la creación de un comité de emergencia con protocolos más estrictos. Asimismo, se prevé una inversión millonaria para reforzar la resiliencia del sistema eléctrico nacional. La sociedad civil y expertos en energía han solicitado mayor transparencia y participación en la toma de decisiones para garantizar la seguridad energética a largo plazo.
Fuente: Deutsche Welle (DW)