La erupción del volcán Lewotobi Laki-Laki, ubicado en la isla de Flores, Indonesia, provocó la cancelación de al menos 30 vuelos hacia y desde Bali, afectando a miles de turistas y residentes. La explosión lanzó una columna de cenizas y gases a varios kilómetros de altura, lo que llevó a las autoridades a elevar la alerta volcánica al nivel máximo y ordenar la evacuación preventiva de pobladores en zonas cercanas. Equipos de emergencia, bomberos y geólogos trabajan intensamente para monitorear la actividad y garantizar la seguridad de la población.
Hasta el momento no se han reportado víctimas ni daños materiales significativos, pero la situación sigue siendo crítica debido a la posibilidad de nuevas erupciones. Las aerolíneas han reprogramado vuelos y ofrecen asistencia a los pasajeros afectados, mientras que las autoridades recomiendan evitar el área y tomar precauciones ante la caída de cenizas. La región, que forma parte del Anillo de Fuego del Pacífico, es conocida por su actividad volcánica constante, lo que representa un desafío permanente para la gestión de emergencias naturales.
El gobierno indonesio ha solicitado apoyo internacional para fortalecer la capacidad de respuesta y ha iniciado campañas de información para mantener a la población informada. Expertos advierten que la coordinación entre agencias y la preparación comunitaria son clave para minimizar riesgos en futuras erupciones.
Fuente: Deutsche Welle (DW)