El Senado colombiano aprobó la reforma laboral propuesta por el presidente Gustavo Petro, que busca mejorar las condiciones de trabajo para más de 10 millones de colombianos. Entre las medidas más destacadas están la reducción de la jornada laboral semanal, la obligación de que los contratos temporales se vuelvan indefinidos tras cuatro renovaciones, y el aumento de recargos para trabajo nocturno, festivo y dominical. También se amplía el acceso a la seguridad social para trabajadores informales y se garantiza la pensión para campesinos y trabajadores rurales.
La reforma representa un cambio profundo en la legislación laboral colombiana y es considerada una victoria política para el gobierno de Petro, que enfrenta la oposición de grandes sectores empresariales y políticos conservadores. El texto aún debe ser conciliado con la Cámara de Representantes antes de su promulgación definitiva, proceso que podría incluir ajustes y negociaciones. Sindicatos y organizaciones sociales han celebrado la aprobación como un avance hacia un trabajo digno y justo.
El debate público ha sido intenso, con voces que advierten sobre posibles impactos en la competitividad y el empleo, mientras que otros destacan la necesidad de reducir la informalidad y la desigualdad laboral. La reforma también incluye mecanismos para fortalecer la negociación colectiva y proteger los derechos de los trabajadores en sectores vulnerables.
Fuente: Deutsche Welle (DW)