El opositor nicaragüense exiliado en Costa Rica, Carlos Mejía, fue asesinado en circunstancias aún no esclarecidas, generando conmoción en la comunidad migrante y en organismos de derechos humanos. Mejía, conocido por su activismo contra el régimen de Daniel Ortega, había denunciado amenazas previas y solicitaba protección internacional. Su muerte ha sido condenada por gobiernos y organizaciones que exigen una investigación exhaustiva y justicia.
El crimen ocurrió en San José, donde Mejía residía desde hacía varios años tras huir de Nicaragua por persecución política. Las autoridades costarricenses han iniciado una investigación para esclarecer el móvil y los responsables del asesinato. La comunidad nicaragüense en el exilio ha convocado manifestaciones y llamado a la solidaridad internacional.
Este hecho pone en evidencia los riesgos que enfrentan los opositores nicaragüenses fuera de su país y la necesidad de fortalecer mecanismos de protección para refugiados y activistas. La situación política en Nicaragua sigue siendo tensa, con un clima de represión y violencia que obliga a miles a buscar asilo en el extranjero.
Fuente: Deutsche Welle (DW)
