El gobierno de Panamá decidió cortar el servicio de internet en la provincia de Colón, una zona afectada por saqueos y protestas violentas en los últimos días. La medida busca frenar la coordinación de actos delictivos a través de redes sociales y aplicaciones de mensajería, aunque ha generado críticas por limitar la libertad de comunicación y expresión. Autoridades aseguran que la suspensión es temporal y necesaria para restablecer el orden.
Los disturbios en Colón han dejado daños materiales significativos y un clima de inseguridad que preocupa a la población local y nacional. La policía y fuerzas de seguridad han desplegado operativos para controlar la situación y proteger a los ciudadanos. El gobierno ha convocado al diálogo con líderes comunitarios para buscar soluciones a las causas sociales que originaron las protestas.
Organizaciones de derechos humanos han pedido que se garantice el acceso a la información y que se respeten los derechos fundamentales durante la crisis. El corte de internet afecta también a servicios básicos y a la economía local, complicando la vida diaria. La situación en Colón refleja problemas estructurales de desigualdad y violencia en Panamá.
El gobierno insiste en que la medida es un recurso excepcional y que trabaja para restablecer la normalidad lo antes posible.
Fuente: Deutsche Welle
