El ataque de Estados Unidos contra instalaciones nucleares iraníes provocó una oleada de reacciones internacionales que oscilaron entre la amenaza, el rechazo y el llamado al diálogo. Mientras Washington defendió la operación como una medida necesaria para frenar las ambiciones nucleares de Irán, varios países y organizaciones expresaron preocupación por la escalada bélica y sus posibles consecuencias. Naciones Unidas, la Unión Europea y potencias regionales instaron a la moderación y a la búsqueda de soluciones diplomáticas.
Algunos países aliados de Estados Unidos respaldaron la acción militar, considerándola una respuesta legítima a las provocaciones iraníes. Sin embargo, otras naciones condenaron la ofensiva y advirtieron que podría desencadenar un conflicto mayor con impactos globales. La tensión en Medio Oriente se intensificó, con riesgos para la seguridad energética y la estabilidad regional.
En paralelo, se multiplicaron los llamados a reanudar las negociaciones nucleares y a evitar enfrentamientos directos. La comunidad internacional enfatizó la importancia del respeto al derecho internacional y la protección de civiles. Organizaciones humanitarias alertaron sobre el impacto en la población y la necesidad de acceso a ayuda.
Este mosaico de reacciones refleja la complejidad del conflicto y la urgencia de encontrar vías pacíficas para resolver las diferencias entre Estados Unidos e Irán.
Fuente: Deutsche Welle (DW)