La recaptura de José Adolfo Macías Villamar, alias ‘Fito’, no solo representa un golpe al crimen organizado, sino también la reactivación de una extensa lista de procesos judiciales pendientes. El líder de Los Choneros fue hallado en un sofisticado búnker subterráneo en Manta, tras permanecer prófugo durante 535 días. Su historial delictivo incluye una condena vigente de 34 años por asesinato, narcotráfico y delincuencia organizada. Sin embargo, esa es solo la punta del iceberg: enfrenta 23 procesos penales adicionales en Ecuador. Entre ellos se destacan ocho por asesinato, cinco por tenencia de armas y varios por lavado de activos y evasión carcelaria.
Uno de los casos más relevantes es el denominado “Blanqueo Fito”, en el que la Fiscalía lo vincula con el lavado de más de 24 millones de dólares. Según las investigaciones, el dinero habría sido canalizado a través de empresas fachada a nombre de familiares y allegados. Este proceso también involucra a personas cercanas a Junior Roldán, otro cabecilla de Los Choneros. Las autoridades han incautado bienes por más de 13 millones de dólares, incluyendo inmuebles, vehículos y cuentas bancarias. La Fiscalía ha señalado que se trata de una red financiera compleja con ramificaciones internacionales.
Además de los procesos en Ecuador, alias ‘Fito’ enfrenta una solicitud de extradición por parte de Estados Unidos. El 2 de abril de 2025, la Corte del Distrito Este de Nueva York lo imputó por siete cargos, entre ellos conspiración para distribuir cocaína y tráfico de armas. El Departamento del Tesoro estadounidense también lo sancionó con el congelamiento de bienes y cuentas. El Gobierno ecuatoriano ha iniciado los trámites diplomáticos y judiciales para su extradición, amparado en la reforma constitucional de 2024 que permite extraditar a nacionales. La decisión final dependerá de la Corte Nacional de Justicia.
La fuga de alias ‘Fito’ en enero de 2024 fue un punto de quiebre en la política de seguridad del país. Su escape de la Cárcel Regional del Guayas provocó una ola de violencia que incluyó atentados, motines y asesinatos selectivos. El Gobierno lo declaró objetivo militar prioritario y ofreció una recompensa de un millón de dólares por su paradero. Su captura en Manta fue posible gracias a labores de inteligencia militar y policial, sin necesidad de enfrentamientos. Ahora, con su reclusión en una cárcel de máxima seguridad, se espera que los procesos judiciales avancen con celeridad y transparencia.
La ciudadanía y la comunidad internacional observan con atención el destino judicial de uno de los criminales más peligrosos del país. La expectativa es que los 23 procesos pendientes no queden en el olvido y que se haga justicia en cada uno de ellos. La extradición a Estados Unidos podría marcar un precedente en la cooperación internacional contra el narcotráfico. Mientras tanto, el sistema judicial ecuatoriano tiene la responsabilidad de garantizar un juicio justo, pero firme. La caída de alias ‘Fito’ es solo el inicio de una larga batalla legal que definirá el rumbo de la justicia en Ecuador.
Fuente: Diario El Universo