Un reciente estudio internacional ha alertado sobre una preocupante caída en las tasas de vacunación infantil a nivel global, un fenómeno que pone en riesgo la salud pública y el control de enfermedades prevenibles. La disminución, atribuida a factores como la desinformación, la pandemia de COVID-19 y dificultades en los sistemas de salud, ha provocado un aumento en brotes de enfermedades como el sarampión y la poliomielitis. Los expertos advierten que esta tendencia podría revertir décadas de avances en inmunización.
El informe señala que millones de niños no reciben las vacunas básicas recomendadas, especialmente en regiones vulnerables y países en desarrollo. Las interrupciones en campañas de vacunación masiva y la falta de acceso a servicios médicos han contribuido a este retroceso. Además, el auge de movimientos antivacunas ha generado desconfianza y rechazo en algunos sectores de la población.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF han llamado a reforzar los programas de vacunación, mejorar la educación sanitaria y garantizar la disponibilidad de vacunas. La cooperación internacional y el financiamiento son esenciales para revertir esta crisis y proteger a las generaciones futuras. La vacunación es una herramienta fundamental para prevenir enfermedades y salvar vidas.
Este estudio subraya la importancia de mantener la vigilancia y el compromiso global para asegurar que todos los niños tengan acceso a inmunizaciones seguras y efectivas. La salud pública depende de la acción coordinada y la confianza en la ciencia.
La caída en la vacunación infantil es un desafío urgente que requiere respuestas inmediatas y sostenidas.
Fuente: Deutsche Welle