Alemania dice basta al “gas hilarante”: prohíben su venta a menores por riesgos neurológicos y abuso recreativo

El Gobierno alemán ha anunciado una nueva legislación que prohibirá la venta y posesión de óxido nitroso —conocido como “gas hilarante”— a menores de edad, en respuesta al creciente uso recreativo entre jóvenes. La ministra de Salud, Nina Warken, presentó el proyecto de ley que también restringe su comercialización en línea y en máquinas expendedoras. El gas, utilizado originalmente como anestésico leve, se ha popularizado en fiestas por sus efectos eufóricos inmediatos. Sin embargo, su consumo frecuente puede provocar pérdida de conocimiento, daños neurológicos permanentes y, en casos extremos, la muerte. Las autoridades subrayan que esta sustancia “ya no puede seguir siendo tratada como una broma inofensiva” A.

El comisionado federal de drogas, Hendrik Streeck, advirtió que la trivialización del gas entre adolescentes se debe a su fácil acceso y a la presentación atractiva de los productos, a menudo con saborizantes. En ciudades como Bonn, se han encontrado cartuchos vacíos en patios escolares y zonas recreativas, lo que ha impulsado ordenanzas locales para prohibir su consumo en espacios públicos. La alcaldesa Katja Dörner respaldó la medida, señalando que “cada vez más niños y jóvenes consumen óxido nitroso” y que la normativa busca proteger su salud de forma inmediata B. Las multas por infringir la prohibición podrían alcanzar los 1.000 euros. La medida entrará en vigor este mismo año.

El óxido nitroso actúa bloqueando la vitamina B12, esencial para la salud neurológica, lo que puede causar entumecimiento, pérdida de coordinación y daño a la médula espinal. En Reino Unido, donde ya se ha prohibido, se convirtió en la tercera droga más consumida entre jóvenes de 16 a 24 años. Países Bajos también lo ha clasificado como sustancia ilegal, y en Estados Unidos algunos estados han restringido su venta. Alemania se suma así a una tendencia internacional de endurecer el control sobre esta sustancia. La comunidad médica ha respaldado la decisión, alertando sobre los efectos acumulativos del consumo frecuente.

El proyecto de ley también contempla restricciones a otras sustancias químicas utilizadas para incapacitar, como las llamadas “drogas para violación”. Estas medidas forman parte de una estrategia más amplia para reforzar la protección de menores frente a sustancias psicoactivas de fácil acceso. Las autoridades alemanas han lanzado campañas educativas para informar a padres, docentes y jóvenes sobre los riesgos del consumo recreativo de productos industriales. La ley busca cerrar vacíos legales que permitían la venta libre del gas en quioscos y tiendas. El objetivo es claro: reducir el daño antes de que se convierta en una crisis de salud pública.

La decisión ha sido bien recibida por organizaciones de protección infantil y expertos en salud pública, que ven en esta legislación un paso firme hacia la prevención. Aunque el gas hilarante aún no es considerado adictivo en todos los casos, su uso repetido puede generar dependencia psicológica y deterioro físico. La medida también envía un mensaje contundente sobre la responsabilidad del Estado en la regulación de sustancias que afectan a los más jóvenes. Alemania, con esta ley, busca equilibrar la libertad individual con la protección de la salud colectiva. Y lo hace antes de que la risa se convierta en tragedia.

Fuente: Deutsche Welle

By Ginger Cevallos Carrillo

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