Lucas Campaña, un niño de 11 años oriundo de Quito, fue encontrado con vida tras permanecer extraviado durante tres días en el cerro Puñay, en la provincia de Chimborazo. El menor se separó de su familia el domingo 9 de noviembre mientras realizaban una caminata en la cima del cerro, a más de 2.100 metros sobre el nivel del mar. Según su propio testimonio, se desorientó al intentar descender por un camino alterno y sufrió una caída cerca de una piedra, en el mismo lugar donde luego se halló su maleta. Este incidente desencadenó una intensa búsqueda que movilizó a más de 100 personas, entre comuneros, familiares y equipos especializados. Las condiciones climáticas adversas y la complejidad del terreno hicieron que cada hora fuera crítica para su supervivencia.
El operativo de rescate comenzó inmediatamente después de la alerta, con la participación de Cruz Roja, Fuerzas Armadas, Policía Nacional y Bomberos de Chunchi, Alausí y Riobamba. Durante tres días, los equipos recorrieron quebradas, páramos y zonas cubiertas de neblina, enfrentando frío extremo y visibilidad mínima. La comunidad local también se sumó a la búsqueda, demostrando solidaridad y compromiso en medio de la incertidumbre. Finalmente, cuatro comuneros lograron divisar al menor en una quebrada, escondido en un hueco cubierto de vegetación. Su hallazgo fue un alivio para todos, tras jornadas de tensión y esperanza.
Al momento de ser encontrado, Lucas presentaba signos de hipotermia, piernas entumecidas y dos dedos fracturados en el pie. Los rescatistas actuaron de inmediato para estabilizarlo: lo abrigaron, lo hidrataron y le proporcionaron alimentos para recuperar energía. Posteriormente, el grupo de operaciones especiales lideró el descenso, cargando al niño mientras aseguraban el paso entre lodo, ramas y piedras. El traslado fue complejo, pero la coordinación entre los equipos permitió que llegara a salvo al cantón Chunchi, donde recibió atención médica. Su estado de salud, aunque delicado, se mantiene estable.
En su testimonio, Lucas relató que la caída lo dejó desorientado y sin fuerzas para regresar al camino principal. “Yo estaba bajando el cerro, solito, porque estaba en la cima, y había otro camino para ir arriba, pero justo hay una piedra y me caigo”, explicó minutos después de ser rescatado. Este relato confirma que el accidente ocurrió en el mismo punto donde se hallaron sus pertenencias días antes. La historia del menor ha conmovido al país, no solo por la angustia vivida, sino por la valentía y resistencia que demostró en condiciones extremas. Su experiencia también deja una lección sobre la importancia de la prevención y el acompañamiento en actividades de montaña.
El caso de Lucas Campaña se suma a otros episodios recientes que evidencian los riesgos de las excursiones en zonas de difícil acceso. Autoridades y expertos recomiendan extremar precauciones, portar equipos adecuados y evitar separarse del grupo durante las caminatas. La rápida respuesta de los organismos de socorro y la colaboración comunitaria fueron claves para salvar la vida del menor. Este rescate exitoso refleja la capacidad de reacción ante emergencias y la fuerza de la solidaridad en momentos críticos. Hoy, Lucas se recupera rodeado de su familia, mientras su historia se convierte en símbolo de esperanza y resiliencia.
