Liderar con justicia: la clave para un equipo comprometido y productivo

En algún punto de su carrera, muchas personas acceden a posiciones de liderazgo. Sin embargo, ser jefe no solo implica tomar decisiones estratégicas, sino también ejercer el poder con equidad y sensibilidad. La percepción de justicia dentro de una organización tiene un impacto directo en el desempeño del equipo, el clima laboral y la retención del talento.

Uno de los mayores errores de liderazgo es no explicar con claridad cómo se toman las decisiones. Cuando los empleados no comprenden los criterios que guían los ascensos, asignaciones o evaluaciones, es fácil que surjan sentimientos de frustración y desmotivación. La transparencia, por tanto, no es un lujo, sino una necesidad organizacional.

Además, los expertos coinciden en que dar voz a los colaboradores en los procesos clave, incluso cuando no tienen la decisión final, contribuye a un ambiente más participativo y justo. Involucrar a la plantilla en momentos estratégicos permite que el equipo se sienta parte activa de la organización, no meros ejecutores de órdenes.

Evitar generar emociones negativas como la rabia, la tristeza o la frustración debe ser una prioridad para quienes lideran. No solo por una cuestión ética o de empatía, sino porque está comprobado que estos estados emocionales pueden derivar en ausentismo, bajo rendimiento o incluso renuncias prematuras.

En definitiva, ejercer el liderazgo de forma justa no solo mejora la convivencia laboral: es también una estrategia de gestión eficaz. El reto no es únicamente ser justo, sino lograr que esa justicia sea visible y coherente para todos los miembros del equipo.

Fuente: La Expansión

By Redacción La Estación