El conflicto creciente entre Israel e Irán ha generado preocupación sobre la seguridad del estrecho de Ormuz, una de las rutas marítimas más estratégicas para el transporte global de petróleo. Este estrecho conecta el Golfo Pérsico con el Mar de Arabia y es vital para la economía mundial, ya que por allí transita cerca del 20% del petróleo comercializado internacionalmente. Cualquier escalada en la región podría afectar el flujo energético y desestabilizar los mercados.
Irán ha amenazado con cerrar el estrecho en caso de agresiones militares, lo que representa un riesgo para la navegación y la seguridad internacional. Israel, por su parte, ha intensificado ataques contra objetivos iraníes, aumentando la tensión y el riesgo de confrontación directa. La presencia militar de potencias extranjeras en la zona añade complejidad a la situación.
Expertos advierten que un bloqueo o incidente en Ormuz podría elevar los precios del petróleo y generar una crisis energética global. Además, afectaría a países dependientes de estas rutas para su abastecimiento. La comunidad internacional llama a la moderación y al diálogo para evitar un conflicto mayor que impacte la estabilidad regional y mundial.
El estrecho de Ormuz se mantiene como un punto neurálgico en la geopolítica del Medio Oriente, donde los intereses estratégicos y económicos convergen en una zona altamente volátil.
Fuente: Deutsche Welle (DW)
