El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ordenó un cerco militar en zonas estratégicas del país ante el retorno de pandilleros que buscan reactivar sus actividades delictivas. La medida incluye el despliegue de fuerzas armadas y policía para reforzar la seguridad y evitar un repunte de la violencia que ha afectado al país en años anteriores. Bukele destacó que la seguridad ciudadana es una prioridad y que no permitirá que las pandillas recuperen territorio.
El cerco militar se implementa en municipios con altos índices de criminalidad y donde se han detectado movimientos sospechosos de grupos delincuenciales. Las autoridades realizan operativos de inteligencia y patrullaje constante para desarticular redes y prevenir ataques. La estrategia forma parte de un plan integral para mantener el control y proteger a la población.
El gobierno ha recibido apoyo de la población, que valora la reducción histórica de homicidios y la mejora en la seguridad. Sin embargo, organizaciones de derechos humanos han pedido que se respeten las garantías y se eviten abusos. Bukele ha reiterado que su enfoque es firme pero respetuoso de la ley.
Esta acción refleja la continuidad de la política de seguridad que ha caracterizado la administración de Bukele y su compromiso con la paz social.
Fuente: Deutsche Welle
