Un ataque suicida perpetrado por un presunto integrante del grupo terrorista Estado Islámico (EI) dejó al menos veinte muertos y cerca de cincuenta heridos en la iglesia de Mar Elías, ubicada en el barrio de Dweileh en Damasco, Siria. El atacante detonó un chaleco explosivo después de abrir fuego contra los fieles que asistían a una misa dominical, según reportes oficiales sirios y el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. Este es el primer ataque de este tipo en años en la capital siria, donde la violencia extremista había disminuido tras la caída del régimen de Bashar al Asad.
Las fuerzas de seguridad sirias desplegaron un operativo en la zona para asegurar el lugar y atender a las víctimas, mientras las autoridades iniciaron una investigación para esclarecer los hechos. Aunque ningún grupo ha reivindicado el ataque, el Ministerio del Interior de Siria atribuyó la acción a un miembro del Estado Islámico. El Observatorio advirtió sobre la presencia de células terroristas en el sur de Damasco que buscan desestabilizar la paz civil mediante ataques contra lugares sagrados.
Este atentado ocurre en un contexto de tensiones sectarias y enfrentamientos en Siria, donde el resurgimiento de grupos yihadistas sigue siendo una amenaza. La comunidad internacional condenó el ataque y expresó solidaridad con las víctimas y sus familias. La violencia extremista continúa afectando la estabilidad y la seguridad en la región.
La tragedia pone en evidencia la fragilidad de la paz en Siria y la necesidad de esfuerzos renovados para combatir el terrorismo y proteger a las comunidades religiosas.
Fuente: Deutsche Welle (DW)