José Adolfo Macías Villamar, conocido como alias ‘Fito’, nació en Manta en 1979 y desde joven se vinculó al mundo delictivo. Su ascenso en la organización criminal Los Choneros comenzó en los años 90, cuando participaba en extorsiones y robos para financiar el tráfico de cocaína. Tras el asesinato de Jorge Luis Zambrano, alias ‘Rasquiña’, en 2020, ‘Fito’ asumió el liderazgo absoluto del grupo. Desde entonces, consolidó una red criminal con vínculos internacionales, especialmente con el Cártel de Sinaloa. Su influencia se extendió por la Costa, Sierra y Amazonía ecuatoriana, operando desde las cárceles como su centro de mando.
En 2011 fue condenado a 34 años de prisión por delitos como asesinato, narcotráfico y delincuencia organizada. Sin embargo, logró fugarse en 2013 y nuevamente en enero de 2024, cuando desapareció de su celda en la Cárcel Regional de Guayaquil. Esta última fuga desató una ola de violencia sin precedentes en el país, incluyendo atentados, secuestros y motines carcelarios. El Gobierno de Daniel Noboa lo declaró objetivo militar prioritario y ofreció una recompensa de un millón de dólares por información que condujera a su captura. Su evasión obligó al Estado a declarar un conflicto armado interno y desplegar operativos militares en todo el país.
Alias ‘Fito’ fue recapturado el 25 de junio de 2025 en un búnker subterráneo en Manta, su ciudad natal, tras 535 días de intensa búsqueda. El escondite estaba camuflado bajo una losa de concreto y contaba con comodidades como aire acondicionado y refrigeradora. La operación fue ejecutada por el Bloque de Seguridad sin bajas ni enfrentamientos, gracias a labores de inteligencia militar. Su captura fue anunciada por el presidente Noboa como un triunfo de las nuevas leyes de seguridad. El hecho generó reacciones inmediatas en la Asamblea Nacional y en la comunidad internacional.
Actualmente, ‘Fito’ enfrenta 23 procesos penales en Ecuador, incluidos ocho por asesinato y cinco por tenencia de armas. Además, la Corte Federal del Distrito Este de Nueva York lo ha imputado por siete cargos, entre ellos tráfico de drogas y armas. El Gobierno ecuatoriano ha iniciado los trámites para su extradición a Estados Unidos, donde podría enfrentar cadena perpetua. La operación “Blanqueo Fito” permitió incautar 47 inmuebles, 10 vehículos y más de 13 millones de dólares en bienes vinculados a su red. Su caída representa un golpe estratégico al crimen organizado y una oportunidad para reformar el sistema penitenciario.
Alias ‘Fito’ no solo fue un criminal temido, sino también un símbolo del poder que las mafias llegaron a tener en Ecuador. Su historia refleja cómo la corrupción, la impunidad y la debilidad institucional permitieron el crecimiento de estructuras delictivas complejas. La ciudadanía exige que esta captura no sea un hecho aislado, sino el inicio de una transformación profunda en materia de seguridad. Las autoridades han prometido mantener la ofensiva contra las bandas criminales sin tregua. Mientras tanto, el país observa con atención el destino judicial del hombre que por años sembró el terror desde las sombras.
Fuente: Diario El Universo